Un maestro de primaria se encontró a un grupo de sus alumnos cargando leña en el camino a la escuela y los felicito y les permitió llegar tarde a la escuela. iLos niños, aun con su carga, le explicaron al profesor que llegarían un poco tarde, pues debían llevar la leña a su madre antes de entrar a clases. "Profe, vamos a llegar un poco tarde, solo vamos a dejar la leña a nuestra mamá, y regresamos rápido. Mire, tome estos elotitos para que lleguemos más rápido", dijeron los pequeños con inocencia y generosidad. El maestro con el corazón en la les permitió seguir su camino, recordando que él también pasó por situaciones similares en su infancia. "Ay, mis niños, yo también pasé por lo mismo, los entiendo. Pero vayan, así no pierden la clase", respondió con una sonrisa.

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