«Acepto, cometí un error, me arrepiento», expresó la imputada durante el proceso, tras haber aceptado que desvivio a su hijo y la manera en que le quitó la vida, en la residencial donde trabajaba como empleada doméstica.
Tras la vista pública realizada por el Tribunal Segundo de Sentencia de Santa Tecla, el juez del caso declaró culpable a la imputada, cuyo delito calificó como «neonaticidio», ya que el homicidio fue cometido en las primeras 24 horas del nacimiento del bebé.