San Bartolo, Ilopango, está completamente tomado por soldados fuertemente armados y vehículos militares de última generación.
El despliegue, parte del cerco de seguridad ordenado por el Gobierno, busca capturar a pandilleros que intentan reagruparse.
La presencia militar impone autoridad y brinda tranquilidad a los ciudadanos de esta zona históricamente afectada.